Fomenta las colaboraciones en lugar de aprovecharte del trabajo de otros
Todos los que nos dedicamos al marketing digital sabemos de la importancia de ofrecer con frecuencia contenido fresco y de calidad. Tu perfil en redes sociales no puede dar sensación de abandono, y tu estrategia de marketing de contenidos debe contar con un blog, actualizado como mínimo una vez por semana, y cuanto más, mejor.
Sin embargo, a la hora de la verdad, reconozcámoslo, cuesta sentarse frente al ordenador, nunca encuentras el momento para ponerse a escribir. Aún es más complicado elegir el tema sobre el que versará tu escrito y, si cabe, todavía más difícil encontrar las palabras que te ayuden a ilustrar dicho tema.
Por ello, con más frecuencia de lo deseado, muchos personajes en este mundo del marketing 2.0, sobre quienes ha recaído la responsabilidad de poner en práctica la estrategia de contenidos de la empresa, o la suya propia, optan por copiar y pegar de otras fuentes, y, con total impunidad, se apropian de un contenido que no les pertenece, ofreciéndolo a sus usuarios bajo su firma.
Esta práctica es más que deleznable, además de nada recomendable, dado que no favorece a ninguna de las partes afectadas:
El verdadero autor, ve plagiado su trabajo, y menospreciado su esfuerzo; dado que nadie, en ningún momento se ha puesto en contacto con él para pedir permiso para utilizar dicho contenido donde, además, no se menciona su nombre, ni tan siquiera se incluye un enlace hacia la fuente original. Ante tal agravio, el autor está en su derecho de reclamar lo que es suyo, además de proclamar a los cuatro vientos este hecho, perjudicando seriamente la reputación de la marca o persona que ha llevado a cabo el plagio.
El usurpador, por una parte, engaña a sus usuarios, haciéndoles creer que el contenido es propiedad suya, arriesgándose a que su reputación online quede en entredicho y, por otra, perjudica su posicionamiento SEO, dado que está ofreciendo contenido duplicado. Esta práctica además está penalizada por Google quien no muestra piedad alguna a la hora de eliminar dicha página de sus resultados de búsqueda, en caso de comprobar que efectivamente ha infringido una de sus máximas: mantener actualizada la página ofreciendo contenido propio y original.
Como podrás ver, esta situación no es en absoluto recomendable para desarrollar una estrategia de contenidos eficaz, ni para labrarte un nombre en el sector, más bien es altamente perjudicial. En cambio, sí hay un modo de contar con la experiencia y saber hacer de otros autores, de tal manera que ambas partes salgan beneficiada: en lugar de coger sin permiso el contenido de otros, pídelo.
Cuenta con bloggers invitados. En Es una estrategia cada vez más habitual. Con ella, refuerzas tu estrategia de contenidos, además de crear sinergias y mejorar tu reputación online.
Tus usuarios también pueden actuar como autores de contenido. Para ello, tienes que ofrecerles algo a cambio, que realmente merezca la pena. Crea algún tipo de promoción o concurso donde los aspirantes a este goloso premio tengan que crear una pieza de contenido. Este tipo de acciones además suelen tener gran aceptación entre el público en general y ser muy virales.
Implica a todas las esferas de la empresa. Todos los departamentos tienen algo que aportar. Saca partido de su know how y consigue que aporten su granito de arena. Además te ayudará a mejorar la imagen que la marca transmite al exterior, mostrando su lado más humano, junto con el valor de la experiencia.
En definitiva, para salvar las dificultades que supone crear contenido propio, hay que agudizar el ingenio, pero nunca las malas artes. Más vale conseguir colaboraciones, que intentar aprovecharse del esfuerzo ajeno. Fomenta el coworking, y traza alianzas con profesionales del sector. Recuerda que todos estáis en el mismo barco, hoy por ti, mañana por mí.
¿Cómo te sentirías si te plagian a ti? ¿ya te ha pasado? ¿qué has hecho?
Ilustración de José David Morales
