¿Cómo gestiona su Marca Personal el Community de @Policía?

Carlos Fernández Guerra es el hombre de moda. Su nombre resuena en las mejores escuelas de negocios y universidades, como ejemplo de buenas prácticas y caso de éxito en los Social Media. Introducir su nombre en Google da como resultado un sin fin de resultados positivos sobre su buen hacer profesional. Sin duda un logro que muchos soñaríamos alcanzar.

Pero ¿cómo gestiona su Branding Personal el Community de @Policia? Era una pregunta que me rondaba la cabeza hacía tiempo. Por ello, no me lo pensé dos veces al enterarme de que venía a Alicante a participar en un evento público y, ni corta ni perezosa, contacté con él a través de su cuenta personal de Twitter para transmitirle mi inquietud.

Como buen tuitero, enseguida me contestó y accedió gustosamente a someterse a mi interrogatorio, en un día en el que se encontraba a las puertas de que alcanzar su meta soñada, superar al FBI como el cuerpo de seguridad con más seguidores en Twitter. No podía ser mejor momento, así que aquí van las preguntas que formaron parte de esta agradable y productiva charla, que podría resumirse como «Carlos Fernández Guerra: Así es la Marca Personal que hay detrás de @Policia».

¿Quién es Carlos Fernández Guerra? ¿Cómo te definirías, a nivel profesional? 

Soy periodista de formación, y gran amante de la comunicación. Un profesional que cree en lo que hace y disfruta con su trabajo.

¿Antes de estar al mando de las redes sociales de Policía, tenías alguna relación con este organismo o alguno similar?

El primer proyecto que llevé con ellos fue el lanzamiento y promoción del DNI electrónico. Antes de eso, también trabajé en el departamento de prensa de Renfe, además de en empresas privadas.

¿Cómo gestiona su marca personal el Community Manager de Policía?

Verás, al principio, directamente, no la gestionaba. De hecho, incluso procuraba pasar desapercibido, y que nadie supiera quién estaba detrás de la gestión de la marca online. De hecho, incluso pedía expresamente que no se me mencionara, que mi nombre no apareciera por ningún lado.

Pero, cuando llegó el boom, en el momento de que la gente comenzó a hablar de la gran labor de @Policia en Twitter, cuando los medios se hicieron eco de este éxito, inevitablemente era necesario poner nombre y apellidos al creador de esta hazaña. Por tanto, junto con mis compañeros y, por supuesto mi director, salí oficialmente a la palestra. Y desde entonces disfruto recibiendo el fruto de mi trabajo, lo asumo como una parte más del mismo, la consecuencia inevitable del esfuerzo y trabajo bien hecho. Además, he de confesar que me gusta, siempre he pensado que el éxito y el reconocimiento profesional es algo casi adictivo.

¿Cuidas habitualmente tu marca personal? ¿Tienes una estrategia?

Lo que hago ahora es procurar que mi nombre se vincule a la institución a la que represento, e intervenir cada vez que se requiere a un representante del área de las redes sociales, bien sea para atender a los medios, como para acudir a algún evento, o conceder una entrevista.

¿Cuánto hay de ti (de tu personalidad) en la actividad online de policía?

Mucho, te diría que casi todo. Soy yo quien elige los temas, quien redacta los mensajes (con un estilo “algo heterodoxo”, pero propio) y, por supuesto, quien contesta directamente a todos los usuarios. Además, creo que es lo que mejor funciona, Carlos Fernández Guerra no tiene nada que perder, y eso es fundamental, es algo liberador, que te ayuda a darlo todo. No puedes aspirar a tener muchos y buenos seguidores sin arriesgar. Eso sí, me dejo la ideología en casa, e intento ser muy respetuoso siempre con todo el mundo.

¿Has tenido algún problema personal por ser ejercer de representante de esta importante fuerza de seguridad del Estado?

Pues una vez filtraron la dirección del domicilio de mis padres. Al margen de eso, poco más. Por ejemplo, sí que tengo en cuenta a quién represento a la hora de actuar públicamente en las redes sociales. No merece la pena comprometer tu reputación por un comentario inapropiado.

¿Crees que este puesto ha sido provechoso para tu desarrollo profesional?

Más que eso, para mí ha sido la catapulta al estrellato. Pese a que ya contaba con una trayectoria en el sector, y que había llevado a cabo proyectos de cierta magnitud, ninguno ha tenido la trascendencia de la gestión de la imagen del Cuerpo Nacional de Policía en las redes sociales. Ahora mismo, soy quien soy gracias a @Policia.

¿Cuáles son las desventajas de desempeñar este importante papel?

El principal inconveniente es que me exige mucho, aunque he de reconocer que disfruto con ello, y que además tengo plena libertad de movimientos, por lo que me permite una mayor flexibilidad.

¿Lo compatibilizas con alguna otra actividad?

Ahora mismo no, pero pretendo volver a compatibilizarlo con otros proyectos. Durante mucho tiempo sí llevaba temas de otras empresas, pero fui centrándome cada vez más en este enorme reto y no he ido renovando mi cartera de clientes.

¿Te llueven propuestas de trabajo?

Yo no diría eso, sí que hay ofertas de colaboración, participar en eventos, entrevistas… Lo que sí recibo son muchas peticiones de asesoría, que me piden la fórmula mágica para triunfar como @Policia. Han venido de unos 50 organismos a copiar el modelo, incluso internacionales, interesándose por saber cómo lo hacemos. Pero no hay ningún misterio, el gran secreto se basa en trabajo, esfuerzo, profesionalidad, imaginación y vocación de servicio. Algo que no todos están dispuestos a hacer, ni a pagar.

¿Qué harías mañana si dejaras este puesto? ¿Cómo empezarías a buscar otras oportunidades?

En primer lugar, tendría que comunicar que ya no estoy al frente de la cuenta de @Policia. Me parece muy importante que la gente sepa que a partir de ese momento ya no sería yo. Además, tendría que terminar de quitarme la etiqueta de «funcionario» o «policía», ya que no soy ni lo uno, ni lo otro, aunque mucha gente lo piensa. A partir de entonces tendría que comenzar a presentarme como consultor, dar a conocer mis servicios y ver dónde y cómo puedo aportar algo a proyectos o entidades… ¡y seguir creciendo profesionalmente, claro!