El Community Manager es una figura que ha surgido recientemente de la nada, pero con tal fuerza que constantemente se habla de él. Nadie sabe a qué se dedica exactamente, se pasa el día navegando por internet, interactuando en las redes sociales, y para más inri, no se puede conocer a ciencia cierta cuál es el fruto de su trabajo. Sin embargo, allá donde actúa no pasa desapercibido, tiene defensores y detractores:
No tiene amigos, sino que su círculo está compuesto por followers, seguidores o fans. No se trata de una amistad sincera, sino de una relación interesada, aunque eso sí, beneficiosa para ambas partes.
Nie familia, o al menos eso parece; de hecho, vive en comunidad. Mantiene con sus miembros una relación muy estrecha; tanto, que vive por y para ellos. A diario se preocupa por todos sus componentes, vela por la estabilidad de la misma y trabaja para que ésta crezca y se mantenga unida.
Es un ser extraño, se alimenta de comentarios positivos, retweetts, conversiones y aumento de visitas.
Actúa como una especie de detective. Espía todo lo que tiene que ver con él, su marca o su reputación. Dice que es indispensable para el buen funcionamiento de su estrategia; argumenta que debe estar alerta de lo que pasa a su alrededor. Lo llama monitorización.
En el trabajo, sus compañeros no le entienden; no sabes lo que dice. Parece que te habla en clave, utiliza términos tan extraños como hashtag, ratio de conversión o reputación online.
Tiene enemigos acérrimos, los denomina «trolls». Son tan terribles para él, que con su sola mención es capaz de palidecer y echarse a temblar. Cuando aparece uno, se le puede ver día y noche recluido en su habitáculo, buceando en las redes sociales, consultando mil y un gráficos y jurando en arameo… da la impresión de estar presenciando un exorcismo.
Es imposible conseguir que te mire a los ojos mientras le hablas. Siempre tiene la mirada puesta en la pantalla de su smartphone; el resto del entorno le es indiferente. Incluso ha llegado a decirte que, si realmente es importante, le mandes un DM… creo que es otra de sus estrategias para evitar que le distraigas.
Programa con antelación casi cada cosa que va a decir, no es en absoluto partidario de la improvisación. Medita bien su mensaje, no habla sin pensárselo dos veces, e incluso valora la posible repercusión de sus actuaciones. Su comunicación se caracteriza por ser políticamente correcta; teniendo en cuenta a quién se dirige, utiliza un canal u otro, una forma de expresión u otra.
De su boca no sale una sola frase que no incluya un criterio, o haga mención a la marca. Cada mensaje suyo posee una elevada carga de intencionalidad y, por supuesto, cuenta con que monitorizará el impacto que produzca en ti para su posterior evaluación.
Todo esto suena un poco raro, pero parece alguien que sabe lo que hace y en quien se puede confiar. La principal ventaja para la empresa es que ésta figura entre sus principales prioridades, vela en todo momento por ella. ¿Cómo es el Community de tu empresa? ¿se hace de querer?
Publicado en Puromarketing.com