Emprender, la palabra de moda. Un término que denota esperanza, con cierto toque de riesgo o incluso temor. Suena a desafío, a nuevo y por qué no, a soledad. Por ello es importante que, a la hora de trazar esta nueva faceta en tu desarrollo profesional, una etapa que de seguro te marcará para siempre, cuentes con una de las mejores armas que te ayudarán a vencer los obstáculos que te encontrarás por el camino: tu marca personal. Esto es, ese conjunto de valores y cualidades que te hacen único y especial, y con los cuales sabrás abrirte paso hacia tus objetivos.
Tu branding personal funciona tanto como un escudo protector, como hace de tu mejor estandarte; y será esa navaja suiza que te hará salir airoso de mil y una vicisitudes e imprevistos. Sin duda te ayudará a superar las duras pruebas que harán tambalear tus convicciones y determinación. Por tanto, conviene que conozcas estas técnicas de Branding Personal online y aproveches su fuerza para desarrollar tu carrera profesional:
Vigila tu presencia en internet. Tú mismo lo haces continuamente. Cuando te hablan de un profesional, o necesitas un servicio, lo primero que haces es buscar en Google, a ver qué sale. No dejes que tu buen nombre dependa del azar, cuida tu presencia online, y trabaja día a día para cultivar resultados positivos en cuanto a tu nombre, tu sector y tus cualidades profesionales.
Diseña tu carta de presentación online. Ello no solo abarca un perfil en LinkedIn, o tener una cuenta de Twitter. Debes participar activamente en el entramado social y cosechar menciones y recomendaciones; lo que te permitirá aumentar el número de referencias positivas hacia tu persona.
Crea tu cuartel general. Tu blog será tu centro de operaciones, el lugar en el que refugiarte en tus momentos de soledad, donde volcar tus inquietudes, tus miedos, tus experiencias, tus progresos, tus éxitos… Todo tiene aquí cabida; es un fiel reflejo de tu personalidad, de tu valía de tu saber hacer… Será el lugar al que recurrirán cuando quieran saber quién eres, conocer más de ti o sencillamente contactar contigo. Es un destino donde recibir a tus visitas, proporcionarles una experiencia agradable y procurar que se lleven la mejor impresión. Además, juegas en casa, por lo que puedes personalizar tu entorno a tu gusto, elegir los elementos que mejor que describan; todo orientado a crear un clima de profesionalidad y empatía. Desde sus páginas podrás mostrar tu valor diferencial, planificar tus acciones y, por qué no, presumir de tus logros.
Haz de la palabra «networking» tu primer apellido. Elige cuidadosamente tu mapa de conexiones. Marca tu objetivo ¿a quién te interesaría conocer? ¿con quién te gustaría contactar? ¿quién es tu cliente ideal? Una vez sepas a quién te diriges, traza el camino hasta llegar hasta él. En este punto te será muy útil aplicar la Teoría de los 6 grados de Frigyes Karinthy, basada en la premisa de que solo 5 personas te separan de cualquier persona que quieras conocer en este mundo. Así podrás ampliar tu círculo de contactos. Rodéate de los mejores, de gente más inteligente que tú. De este modo podrás aprender de ellos, beber de su experiencia y apoyarte en ellos para avanzar día a día en tus metas. Además, te servirá para darte a conocer, crear sinergias y generar confianza.
Aplica siempre una máxima: Dar mucho más de lo que esperes recibir. Es algo que escuché recientemente a Carlos Bravo en #InternetCambiaTodo y en lo que estoy totalmente de acuerdo. No puedes esperar que tus clientes vengan a ti, sin conocerte, y llamen a tu puerta decididos a contratarte. Primero tienes que haberte labrado un nombre en el sector, una reputación. Bien sea en base a tu experiencia, o en función de la imagen que proyectes; es necesario que les des motivos para que depositen en ti su confianza. Por tanto, ármate de buenas razones y demuéstrales lo que vales.
¿Eres emprendedor? ¿Tienes ya una estrategia de Branding Personal?