La Marca Personal es ese conjunto de valores especiales que te hacen único y especial; en definitiva, diferente. Son las razones que te posicionan como la opción preferente, que te lleva a ser elegido frente a los demás, esos atributos que te llevan a ser tú, y no el resto.
Pues bien, la mujer posee valores que le hacen ser diferente al género masculino. Le llevan a destacar por sí mismas frente al hombre; solo por el hecho de ser mujer. Con este artículo pretendo poner de manifiesto sus valores y características diferenciadoras, que la hacen destacar del género opuesto; con el fin de romper una lanza en favor de la condición femenina, de erradicar ese trato desfavorable que todavía sufre por la sencilla razón de ser mujer. Un concepto que perdura hasta nuestros días, motivo por el cual tal día como hoy, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Éstas son las cualidades de la Marca Personal de la Mujer:
Entrega. La mujer no entiende de egoísmo. Siempre velará por el bienestar de los demás, aunque ello vaya en detrimento de su persona. De ahí que la mujer sea y ejerza de madre, de protectora y sea la responsable de las principales decisiones en el hogar.
Multitarea. Es innegable, las mujeres podemos hacer al menos 2 cosas a la vez. Poseemos esa capacidad para estar pendiente de varias conversaciones al mismo tiempo; algo que nos permite vigilar nuestro entorno y a la vez atender a quien tenemos al lado; y con ello anticiparnos a los acontecimientos. Por esta razón somos más productivas, organizadas y rendimos más.
Mejores habilidades sociales y comunicativas. La mujer es capaz de transmitir más, incluso utilizando menos palabras que el hombre. El estudio publicado por la Universidad de Manchester ponía de manifiesto que las mujeres «tienen habilidades superiores de comunicación y utilizan una variedad más amplia de palabras en situaciones sociales». Algo que aporta mayor credibilidad a su relato, y, por tanto, mayor confianza en el mensaje.
Todo ello, unido a un afán de superación ante las barreras que se encuentra a diario, les lleva a esforzarse y sacar todo lo mejor de sí mismas constantemente. Porque no solo tienen que ser buenas en su trabajo, sino que además han de demostrarlo a diario. No en vano, la consultora sobre liderazgo Zenger Folkman ponía de manifiesto las habilidades que definen a la mujer, indicando que éstas superan a los hombres en 12 de las 15 áreas analizadas. Entre ellas se encontraban la iniciativa, el autodesarrollo, o un alta honestidad e integridad.
En cambio, hay una característica fundamental que el hombre ha utilizado siempre en su favor, y le ha llevado a imponerse por encima de la mujer, y a someterla a su voluntad: la fuerza física. Esa fortaleza de la que se ha valido siempre para hacer creer a la mujer que era un ser inferior, que dependía del hombre para salir adelante, y que por sí misma no era nadie.
Cuesta creer que en pleno siglo XXI todavía no se haya exterminado esta pandemia global. La ONU calcula que hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida. Un hecho que perdura debido a la discriminación que sufre, evidenciada por una desigualdad manifiesta, tanto en leyes como en la práctica. Todo ello por el simple hecho de ser mujer.
Por tanto, desde aquí hago un llamamiento a la conciencia y racionalidad. A la igualdad de trato y el respeto a la condición humana. El hecho de ser diferentes nos debería convertir en complementarios, no en seres opuestos.