Deja de ser un peón y conviértete en figura

 

 

 

Hace unos días, mientras concretaba con Isidro Pérez las actividades que componen nuestro próximo encuentro en Salamanca, me vino a la mente una idea. Hablábamos de la necesidad de tener un nombre propio en tu trayectoria profesional, de cultivar tu branding personal, independientemente de que seas autónomo, emprendedor, desempleado, o estés trabajando por cuenta ajena. 

Lo habitual es que las empresas tengan a su cargo empleados, personas anónimas que velan por la organización, y trabajan siempre a su amparo, actuando en representación de la marca. Un hecho que conlleva dejar su nombre propio en segundo plano. Esta situación beneficia principalmente a las empresas, quienes sacan partido de todo el potencial de sus trabajadores, y se benefician de su saber hacer, recayendo en la marca directamente todo el mérito de dicho trabajo. De este modo, el desarrollo profesional de estos trabajadores gira en torno a la empresa que les contrata, son peones que siguen la dirección marcada por la empresa, sus propias normas y regulación interna. Pero ¿quién son estas personas? ¿qué se sabe de ellos? ¿cómo se definen?

El branding personal te permite actuar en nombre propio, salir del anonimato y ser reconocido por tus valores y actitudes. De esta forma, la empresa no tendrá X número de trabajadores, sino un equipo formado por personas con nombre y apellidos; que seguirán siendo los mismos profesionales en su materia, pero allá donde vayan se les reconocerá por ser quien son, además de por lo que hacen, y la empresa donde trabajan. Se trata de una vuelta de tuerca, que hace que la empresa apueste por sus principales activos, sus trabajadores, y los valore como tales.

Gracias al desarrollo de una marca personal, si un trabajador pierde su empleo, no tendrá que empezar de cero, ni tratar de convencer a ninguna empresa de que le dé la oportunidad de demostrar que es bueno. La estrategia de desarrollo profesional que ha seguido durante toda su carrera hablará por sí mismo.

De otra parte, la empresa ganará en valor, ya que la profesionalidad y saber hacer de sus miembros integrantes reforzarán el saber hacer de la marca. Se trata de una suma, cuyo resultado solo puede ser positivo.

Ahora me vienen a la cabeza las palabras de Pablo Adán, en la entrevista que le hice para PuroMarketing a su paso por la EEME «Tu estrategia de Branding Personal no acaba cuando encuentras trabajo», sino que es otra fase más. Estamos ante un proceso continuo, que implica la necesidad de estar en constante desarrollo.

Por tanto, no aparques para mañana tu proyecto personal, estés trabajando, o desempleado. Se trata de potenciar tus capacidades y avanzar en tu desarrollo personal. En ningún momento estoy hablando de que te plantees dejar tu empresa, o en que debas cambiar de trabajo. Se trata de no perder nunca de vista tus objetivos, y tener siempre presente tu meta. Esta estrategia de posicionamiento personal te servirá para mejorar tus capacidades y aptitudes, de tal modo que te permitan ocupar un puesto de mayor responsabilidad en tu empresa, negociar una subida salarial, o plantear una propuesta de mejora para tu departamento. Si únicamente te resignas a ser uno más, otro del montón, nunca podrás destacar.